EL DON DE VALENTÍN - Monzontec

martes, marzo 28, 2006

EL DON DE VALENTÍN

EL DON DE VALENTÍNE: El presidente del gobierno transitorio cumplió ocho meses de destacada gestión. El estilo de Paniagua –firmeza democrática y buenas maneras– mereció amplia aprobación.------ Desde que Valentín Paniagua se puso la banda presidencial sobre el pecho, el 22 de noviembre del 2000, un cambio notable fue percibido por la mayoría de peruanos. Para empezar, las buenas maneras y la corrección del lenguaje, excluidas de la política peruana durante los diez años de fujimontesinismo, fueron desempolvadas y exhibidas como símbolo distintivo de una nueva era. El primera discurso del presiente transitorio dio claras muestras de que un nuevo estilo de gobernar se había instalado en la vieja mansión que alguna vez cobijara a San Martín y Bolivar. Precisamente, el primer mensaje de Paniagua a la nación terminó con una frase que acuñaron los fundadores de la patria: “Firme y feliz por la unión”. Con ella buscaba hacer que la nación peruana, dolida por el desmoronamiento moral, institucional y económico que dejara el régimen fujimontesinista, se volviera a unir en torno a este ideal patriótico e iniciara las tareas de reconstrucción.Tarea CumplidaAl inicio de su mandato, Valentín Paniagua se propuso dos tareas: estabilizar la economía y garantizar un proceso electoral limpio y transparente. Tras ocho meses de gestión (de noviembre del 2000 a julio del 2001), ambos propósitos fueron cumplidos a cabalidad: el déficit fiscal previsto en 1,3% para el primer semestre del 2001 cerró en 1%, y Alejandro Toledo fue elegido presidente en un proceso inmaculado.Pero estos dos logros no explican la enorme popularidad que alcanzó Valentín Paniagua (en junio del 2001 llegó al 80% de aprobación en la capital). No. Su desbordante carisma radica en eso que los abuelos denominaban “don de gente”, de los cuales se desprenden sus maneras democráticas. Nadie puedes negar que Paniagua es de rancio abolengo democrático, el cual no solo se hereda, sino que se fragua con el permanente ejercicio del mismo. El ex presidente lo ha puesto en práctica en su participación política, en la cátedra universitaria, en su labor como abogado y en el estudio del derecho constitucional. No debemos olvidar que Paniagua proviene de las canteras de Acción Popular, un partido tradicional del cual se podrá discrepar ideológicamente, pero que a lo largo de su trayectoria ha sabido defender y difundir los valores democráticos. Su líder, el dos veces presidente Fernando Belaunde Terry, ha sido, sin duda, su maestro en estas materias, y Paniagua un alumno sobresaliente. Quizá por ello Belaunde lo escogió como su sucesor, por lo que Paniagua cerró el 2001 como presidente de este partido.La formación democrática de Paniagua le permitió evitar excesos de protagonismo y dejar que los ministros cumplieran con su trabajo sin interferencias. Por otro lado, fue sumamente respetuoso de las atribuciones de cada una de las instituciones. Mantuvo el equilibrio de los poderes del Estado y consiguió, de esta manera, una reinstitucionalización del país que el futuro le agradecerá.Asimismo, durante el gobierno de transición se sentaron las bases para la reforma del Poder Judicial y se permitió –devolviéndole su autonomía– que el Congreso adquiera un singular brillo. El Ejecutivo, entonces, pudo concentrarse en limpiar ministerios y Fuerzas Armadas de las nocivas prácticas fujimontesinistas, y realizó algunas importantes reformas. Finalmente, cabe recordar que la captura de Vladimiro Montesinos fue para la gestión de Paniagua la cereza que coronó el helado.A don Valentín Paniagua Corazao se le podrán criticar algunas medidas y una cierta lentitud para tomar otras, pero el saldo de su gestión resulta inmensamente favorable.

1 comentario:

Paz Breli dijo...

Un grande.